Este post no es apto para gente sensible.
En serio.
Si los temas escatológicos no son lo tuyo, deberías cerrarlo.
Porque si lo lees completo, al final del mismo te quedarás con la mirada perdida, rascándote la cabeza.
Para rematar, durante unos segundos solo podrás pensar en las cosas más desagradables que tienes que hacer todos los días en tu negocio.
Y eso no es plato de buen gusto para todo el mundo.
Ahí queda el aviso.
Última oportunidad.
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¿Sigues ahí?
Bien.
En Youtube hay un canal de una doctora especializada en dermatología estética y otros problemas serios de la piel.
Su trabajo no es ver cosas bellas todos los días.
Más bien todo lo contrario.
A la consulta le llega gente (principalmente mayor) con problemas en la piel muy chungos.
Granos en los lugares más insospechados, bultos que podrían ser huevos de pterodáctilo, manchas raras, y jorobas que son la envidia de cualquier dromedario.
[ Bueno, los dromedarios siempre envidian la joroba de los demás, ¿no? Porque solo tienen una. ¿O eran dos? ]
En fin, a lo que iba.
Se llama Sandra Lee, pero todo el mundo la conoce por «Dra. Pimple Popper». Que para los que no controlen el inglés viene a ser algo así como la Dra. Explota-Granos.
Ya ves por dónde voy, ¿verdad?
Esta mujer se dio cuenta (o alguien que la quiere bien se lo aconsejó) de que hay un porcentaje de la población (bastante más numeroso de lo que quieres creer, y de hecho puede que tú seas uno de ellos) que, extrañamente, disfruta del acto de explotar granos.
Y no solo eso. Disfruta tanto, que incluso ver explotar los granos de los demás, también le causa placer.
No sé, es como que no pueden dejar de mirar, aunque quisieran dejar de hacerlo.
Tienen que ser testigos de tal acontecimiento.
Así que la Dra. Lee decidió pedir permiso a sus pacientes para que las sesiones en las que reventaba todo tipo de bultitos fuesen grabadas y subidas a un canal de Youtube.
Sin censura, es absolutamente explícito, la intervención al completo, con toda la erupción del volcán en su máximo esplendor, el helado de vainilla trazando espirales sobre un cono de galleta, o un pincho moruno ensartando un trozo de ternera crudo con especias.
¿El resultado?
Su clínica es referente en California, ella tiene su propia página en la Wikipedia, aparece en numerosos TV Shows, programas de radio, y su canal de YouTube cuenta con 6,19 millones de suscriptores (hay influencers que se ganan la vida con 100.000 seguidores).
¿Cómo lo ha hecho?
Siendo muy buena en lo suyo, por supuesto.
Pero estos resultados tan excepcionales no los ha logrado por eso. Seguro que hay dermatólogos muchísimo mejores.
Lo que hizo fue estudiar el mercado, elegir un público muy concreto, y mostrarles lo que querían ver y que nadie les enseñaba.
Eso le convirtió en la mejor -y única- para unos cuantos millones de fans y potenciales clientes.
Suficiente para forrarse.
Yo no gano tanta pasta con el diseño web, la verdad. Y muchos creen que bailo con la más fea no anunciando a los cuatro vientos que sé hacer webs con Elementor.
Pues vale.
Me voy a seguir explotando Gutenbergs.
Pero antes tienes que saber que si te dedicas a esto de las webs, sabes que eres bueno, pero te ha salido un bultito extraño en la coronilla que no te deja vivir…
…puedo ayudarte a liberar todo lo que tienes dentro.
Si te interesa, querrás leerte hasta la última palabra tecleada en esta página con mis dedos mágicos (y no solo he usado el índice y el pulgar).
Por cierto, ¿no notas un picor en la cabeza?